En el teatro, que por si es el arte de la transformación, los actores de acuerdo a requerimientos del guión se deben "envestir" de un personaje, en este caso, la transformación necesitará que el actor preste su cuerpo de varón para “ser” un travesti, un transexual, un transformista o una mujer.Encarnar el rol de mujer en el campo de la representación teatral, -anciana, joven, o madura- sin caer en el amaneramiento o en la caricatura (a no ser que sea una sátira), es considerado uno de los roles más difíciles y complejos. Si el personaje está bien construido el público reconocerá al actor embebido en el "rol femenino", como lo ha sido en la historia del teatro o simplemente apreciará una "caricatura" de mujer. Por otro lado, también suele suceder que el actor es gay, oportunidad que le facilita dejar volar su "yo interior", o ser la burda caricatura amanerada que solo produce hilaridad.